Alcanza tu sueño

Recibí este texto por correo; como tantos otros, está atribuído dudosamente a una gran personalidad. No importa; lo que importa son las palabras, el mensaje. En este caso, aplica la regla de «El cartero de Neruda»: «las palabras no son del que las inventa sino del que las necesita». Yo diría, en este caso, de quien las hace carne.

A veces recibimos y reenviamos mensajes, los leemos y decimos: «qué lindo», pero no los tomamos en serio; nos quedamos en la palabra leída fugazmente y no recalamos en su sentido y en el bien que nos puede hacer para el crecimiento personal, por eso elijo hoy poner este mensaje aquí, para que todos podamos irlo haciendo nuestro, adoptarlo en nuestra vida. Rezo por ello!!

Y rezo también porque, sinceramente, deseo que sobre todo la persona que me mandó este correo pueda hacer suyo este mensaje. Te pido, amigo lector, que si sos persona de fe, te unas a mi oración!! Será muy bien recibida y sobre todo muy agradecida!!

Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal. Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato.

Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo, vendrá a tus manos en el momento oportuno.

Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas.

Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar debidamente su dulzura.

Libérate del pasado y los recuerdos tristes.

Deja en paz una herida que está cicatrizada.

Deja ir los dolores y sufrimientos antiguos.

¡Lo que pasó, pasó!

De ahora en adelante procura construir una vida nueva, dirigida hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás.

Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó.

Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla.

Perdónate en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer.

Libérate de la culpa por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar.

Despójate del intento de que otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú.

Deja que el amor te toque y abandona la actitud de defienderte de él.

Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo.

Relájate frente a lo que viene y ocúpate del presente, recuerda que “cada día tiene su propio afán”.

Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella.

Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso.

Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti.

Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean.

La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido, iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros.

Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán iluminados por tu luz.

Trabajo es sinónimo de nobleza.

Agradece el trabajo que te toca realizar en la vida.

El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor.

No existen trabajos humildes. Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados.

Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a ti mismo.

Dios nos ha creado para realizar un sueño. Vivamos por él, intentemos alcanzarlo.

Pongamos la vida en ello y si creemos que no podemos, quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas.

Así, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo haremos.

No te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado la vida, es porque sabe que tú puedes con ella.

El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has enfrentado en el camino.

Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida.

Que este día sea el mejor de tu vida para alcanzar tus sueños.

Sé tu mismo el cambio que quieres ver en el mundo.