La rebelión de las mujeres

Hacer teatro antiguo es todo un desafío; adaptar una obra para que tenga sentido actual, para que sea entretenida, divertida, no es algo sencillo. Anoche fuimos a ver una versión de Lisístrata, de Aristófanes, por recomendación del vicerrector de la escuela, y salimos muy contentas. Tiene una puesta que combina lo antiguo y lo contemporáneo sin que la obra pierda su sentido en el contexto en el que fue escrita, proponiendo reflexiones para los tiempos que corren. Nos reimos mucho, y nos mantuvo atrapadas todo el rato. Es una obra con casi 30 personas en escena, la mayoría muy jóvenes, lo cual le da mucha frescura. La puesta te envuelve, y tiene notas artísticas sorprendentes y de gran calidad. Muy recomendable.

¿De qué trata? Durante las guerras ente las polis griegas, las mujeres, cansadas de que sus hombres vayan al frente de batalla, se unen para llevar a cabo una estrategia que permita terminar con la guerra. Unidas sin importar su origen, en su sóla condición de mujeres aquejadas por igual por la ausencia de sus maridos, se sostienen unas a otras para mantener el juramento que han hecho, por medio del cual esperan lograr al objetivo de forzar la paz.

Interesante reflexión sobre el rol de la mujer, en estos, en aquellos, y en todos los tiempos. De los prejuicios y opiniones que pesan sobre las mujeres. Y como siempre, tal vez lo más interesante del tema es el rol y las miradas que tienen de sí mismas las propias mujeres.

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