de

Punto de vista

Nuestro Norte es el Sur - Joaquín Torres García

El 12 de Octubre es un día de recordatorio en busca de su identidad. Está instaurado que este día debe ser recordado, en mis tiempos de la escuela primaria se lo llamaba «día de la raza»; luego se empezó a hablar del «encuentro de culturas, de dos mundos»… Lo cierto es que los actos del 12 de Octubre no los quiere nadie porque nadie sabe muy bien para donde tomarlos. Por eso, me pareció interesante que la reflexión de Virginia hoy en la escuela, además de las misceláneas y análisis históricos, estuviera disparada por este texto de Eduardo Galeano.

Desde el punto de vista del sur, el verano del norte es invierno.

Desde el punto de vista de una lombriz, un plato de espaguetis es una orgía.

Donde los hindúes ven una vaca sagrada, otros ven una gran hamburguesa.

Desde el punto de vista de Hipocrates, Galeno, Maimonides y Paracelso, existía una enfermedad llamada indigestión, pero no existía una enfermedad llamada hambre.

Desde el punto de vista de sus vecinos del pueblo de Cardona, el Toto Zaugg, que andaba con la misma ropa en verano y en invierno, era un hombre admirable:
-El Toto nunca tiene frío -decían.
El no decía nada. Frío tenía, pero no tenía abrigo.

Desde el punto de vista del búho, del murciélago, del bohemio y del ladrón, el crepúsculo es la hora del desayuno.

La lluvia es una maldición para el turista y una buena noticia para el campesino.

Desde el punto de vista del nativo, el pintoresco es el turista.

Desde el punto de vista de los indios de las islas del mar Caribe, Cristóbal Colón, con su sombrero de plumas y su capa de terciopelo rojo, era un papagayo de dimensiones jamás vistas.

Desde el punto de vista del oriente del mundo, el día del occidente es noche.

En la India, quienes llevan luto visten de blanco.

En la Europa antigua, el negro, color de la tierra fecunda, era el color de la vida, y el blanco, color de los huesos, era el color de la muerte.

Según los viejos sabios de la región colombiana del Choco, Adán y Eva eran negros y negros eran sus hijos Cain y Abel. Cuando Cain mato a su hermano de un garrotazo, tronaron las iras de Dios. Ante las furias del señor, el asesino palideció de culpa y miedo, y tanto palideció que blanco quedo hasta el fin de sus días. Los blancos somos, todos, hijos de Cain.

Si Eva hubiera escrito el Génesis, ¿cómo seria la primera noche de amor del genero humano? Eva hubiera empezado por aclarar que ella no nació de ninguna costilla, ni conoció a ninguna serpiente, ni ofreció manzanas a nadie, y que Dios nunca le dijo que parirás con dolor y tu marido te dominara. Que todas esas son puras mentiras que Adán contó a la prensa.

En la selva, ¿llaman ley de la ciudad a la costumbre de devorar al mas débil?

Desde el punto de vista de un pueblo enfermo, ¿que significa la moneda sana?

La venta de armas es una buena noticia para la economía, pero no es tan buena para sus difuntos.

Eduardo Galeano (Fragmento)

A título personal creo que debemos empezar a pensar más, como lo hizo Virginia, quiénes somos los latinoamericanos, a dónde vamos y a quién seguimos… sólo así podremos desarrollarnos y crecer…

Pero como de esto ya hablé en algún momento, la dejo acá… por ahora!! Da para seguir pensando y para meditar sobre la imagen que encabeza este post y que siempre da para pensar.

Y me vuelvo a la escuela que tengo que seguir trabajando.

3 pensamientos en “Punto de vista”

  1. Es interesante pensarlo y abrir el debate… y son ciertas tus palabras, Héctor, de que es algo que debía producirse. Lo triste son los rasgos que tuvo el hecho, el atropello a la identidad cultural del otro, la expoliación, el egoísmo.
    Per …o sobre todo creo que, si bien es inevitable que la mirada del vencedor predomine, estos valores eurocéntricos tuvieron una perdurabilidad enorme en el tiempo, marcando toda nuestra vida cultural, nuestras valoraciones, concepciones del mundo, nuestras miradas sobre lo que es un modelo a seguir.
    Creo que nuestra identidad latinoamericana, nacida de la experiencia del atropello, tiene como su principal rasgo la vivencia de la dominación y de la dependencia. Nacimos como cultura a partir de la dominación, y por eso la idea de la independencia real, del desarrollo, nos resulta tan utópica. Esa vivencia de que los otros son mejores, que debemos imitar modelos europeos, aplicarlos sin tener en cuenta nuestra particularidad, nace de la experiencia de dominación. En el fondo, como pueblo creemos que merecemos ser dominados, y por ello no nos animamos a crear un modelo de desarrollo autónomo y pensado a partir de nuestras potencialidades y nuestros valores culturales.
    Por ejemplo: en un mundo aquejado por los problemas ambientales, podríamos aprovechar las experiencias de manejo ambiental de los pueblos incaicos, teniendo en cuenta también su factor ideológico de «la naturaleza y el hombre son una unidad», abandonando la concepción judeocristiana de que «el hombre fue creado para dominar la naturaleza», es decir, está situado por fuera de ella, por sobre ella y con potestad de disponer a su antojo sin mayor cuidado.
    No sé, yo sigo pensando…

    Responder

Deja un comentario